Poliomielitis
¿Qué es?
La poliomielitis es un virus muy infeccioso que puede causar parálisis permanente e incluso la muerte. Se transmite por contacto con las heces de una persona infectada. También se puede transmitir a través de fluidos corporales. La mayoría de las personas que se infectan con poliomielitis no tendrán síntomas visibles, pero aun así pueden contagiar a otras personas. En casos raros, las personas desarrollarán síntomas graves que afectan el cerebro y la médula espinal, como meningitis y parálisis. Quienes sobreviven a la poliomielitis pueden desarrollar nuevos síntomas como debilidad muscular, dolor en las articulaciones y fatiga durante muchos años. Afortunadamente existe una vacuna que protege contra la poliomielitis.
¿Por qué es importante la vacuna?
La poliomielitis fue una de las enfermedades infantiles más temidas del siglo XX en los EE.UU. Una epidemia (artículo en inglés) en 1916 mató a 6,000 personas y dejó paralíticas a 27,000. En 1952, se registraron casi 60,000 casos (artículo en inglés) y más de 3,000 muertes en los EE.UU. No existe cura para la poliomielitis. La vacunación es la única protección que tenemos contra ella. Gracias a las vacunas, tenemos la suerte de ver raramente nuevos casos de poliomielitis en los EE. UU. La vacunación garantiza que nuestros niños, niñas y las generaciones futuras estarán protegidos contra la poliomielitis.
Progreso
Antes de la vacuna contra la poliomielitis, cada año en los EE. UU. aproximadamente 15,000 personas quedaban paralizados por la poliomielitis.. La mayoría de las personas infectadas eran niños y niñas menores de 5 años. La vacuna contra la poliomielitis se introdujo en 1955 y la poliomielitis fue declarada eliminada de los Estados Unidos en 1979.
Gracias a Global Polio Eradication Initiative (artículo en inglés), hemos avanzado mucho en la lucha contra la poliomielitis. Los esfuerzos mundiales para vacunar contra la poliomielitis han reducido el número de casos de poliomielitis en un 99 por ciento. Gracias a la vacuna se han salvado más de 1.5 millones de vidas. La vacuna también ha evitado que aproximadamente 20 millones de personas queden paralíticas.
Aún existe la transmisión endémica de la poliomielitis salvaje en Afganistán y Pakistán. También ha habido brotes recientes en países de África, América, Europa, el sudeste asiático y el Mediterráneo oriental. En 2022, incluso se reportó un caso de poliomielitis en Nueva York.
Para erradicar la poliomielitis por completo, debemos seguir vacunando a nuestros niños y niñas. Si dejáramos de vacunarlos, abriríamos la puerta a que la enfermedad regresara a nuestras comunidades. La poliomielitis todavía está presente en otras partes del mundo. Eso significa que los viajeros pueden infectarse y traer la enfermedad a los Estados Unidos. La poliomielitis está a solo un viaje en avión.
Recomendaciones de vacunas
Los niños y niñas deben recibir cuatro dosis de la vacuna inactivada contra la poliomielitis (IPV): una a los 2 meses, una a los 4 meses, una a los 6 a 18 meses y una a los 4 a 6 años. Se administra una dosis de refuerzo de IPV (no una vacuna combinada) entre los cuatro y seis años. La IPV es la única vacuna contra la poliomielitis que se administra en los EE. UU. La vacuna oral contra la poliomielitis (OPV) no se usa en los EE. UU., pero sí en algunos otros países.
Efectos secundarios
Las vacunas contra la poliomielitis, como cualquier medicamento, pueden provocar efectos secundarios. La mayoría de los efectos secundarios son leves y desaparecen en unos pocos días. Los efectos secundarios comunes incluyen fiebre, dolor de cabeza o dolores corporales y cansancio. También pueden incluir enrojecimiento en el lugar donde se aplicó la vacuna. Los efectos secundarios suelen ser solo una señal de que el sistema inmunitario está trabajando para producir anticuerpos que combatirán futuras infecciones.
Hable con el médico de su hijo o hija si tiene más preguntas sobre los peligros de la polio o los efectos secundarios de la vacuna. En caso de una reacción alérgica grave, llame al 9-1-1.