Tétanos
¿Qué es?
El tétanos (también llamado “trismo”) es una enfermedad grave, a menudo mortal, causada por bacterias. La bacteria produce una toxina que provoca una tensión dolorosa de los músculos, generalmente en todo el cuerpo. Esto puede provocar que la mandíbula de una persona se "bloquee" de modo que no pueda abrir la boca ni tragar. Los síntomas también pueden incluir dolor de cabeza, fiebre, convulsiones y cambios en la presión arterial y la frecuencia cardíaca. El tétanos se transmite por contacto con objetos y sustancias contaminadas, generalmente a través de heridas en la piel. Afortunadamente, existe una vacuna que protege contra el tétanos.
¿Por qué es importante la vacuna?
A diferencia de la mayoría de las enfermedades prevenibles con vacunas, el tétanos no es una enfermedad que se contrae de otra persona. Las bacterias del tétanos viven en nuestro medio ambiente, incluso en el suelo y el polvo, y generalmente ingresan al cuerpo a través de un rasguño o corte. Las complicaciones del tétanos incluyen:
- Fracturas (huesos rotos)
- Rigidez de las cuerdas vocales
- Coágulos de sangre en los pulmones
- Infección pulmonar
Una vez que el tétanos se ha extendido por todo el cuerpo, también existe la posibilidad de muerte. De hecho, entre el 10 y el 20% de los casos son mortales. La infección por tétanos no produce inmunidad. Las personas que sobreviven a una infección por tétanos pueden volver a infectarse. La vacunación es la mejor manera de protegerse contra el tétanos.
El tétanos es extremadamente peligroso para las mujeres embarazadas y los recién nacidos. También corren mayor riesgo las personas de 60 años o más, las personas con diabetes y las personas con un sistema inmunitario débil.
Progreso
El uso generalizado de la vacuna contra el tétanos ha ayudado a frenar las tasas de infección. En los Estados Unidos, los casos de tétanos cayeron de 500 al año en la década de 1940 a unos 30 casos al año en 2018.
Recomendaciones de vacunas
Las vacunas DPTa y Tdap previenen tres enfermedades con una sola inyección: difteria, tétanos y tos ferina (tos convulsiva). Las vacunas se recomiendan para diferentes grupos según la edad y el estado de salud:
Los niños y niñas
- Los niños y niñas deben recibir 5 dosis en total de la vacuna DPTa, 1 dosis en cada una de las siguientes edades: 2 meses, 4 meses, 6 meses, 15 – 18 meses y 4 – 6 años.
Los adolescentes
- Los adolescentes deben recibir 1 dosis de la vacuna Tdap a los 11 o 12 años.
Las mujeres embarazadas
- Las mujeres embarazadas deben recibir 1 dosis de la vacuna Tdap con cada embarazo entre las semanas 27 y 36. Esto permite a la madre transmitir a su bebé los anticuerpos que combaten la enfermedad para protegerle tras el nacimiento.
Los adultos
- Los adultos que nunca han recibido una dosis de Tdap deben recibir una. Los adultos deben recibir 1 dosis de refuerzo de Tdap cada 10 años.
Asegúrese de que quienes estén en contacto cercano con su bebé estén al día con la vacuna Tdap. Esto ayuda a proteger a los recién nacidos de la tos ferina.
Efectos secundarios
Las vacunas, como cualquier medicamento, pueden provocar efectos secundarios (también conocidos como "reacciones adversas"). La mayoría de los efectos secundarios son leves y desaparecen en unos pocos días. Los efectos secundarios comunes incluyen fiebre, dolor de cabeza o dolores corporales y cansancio. También pueden incluir enrojecimiento en el lugar donde se aplicó la vacuna. Los efectos secundarios son normales. ¡Incluso pueden ser una buena señal de que el sistema inmunitario está trabajando para desarrollar anticuerpos que combatirán futuras infecciones!
En el caso de la vacuna DPTa, los efectos secundarios también pueden incluir pérdida de apetito y vómitos. También son posibles reacciones más graves, como convulsiones, fiebre alta (más de 40.5° Celcius, o 105° Fahrenheit) y llanto continuo, pero son poco comunes. La hinchazón de toda la extremidad en la que se aplicó la vacuna también es un efecto secundario poco común. Si esto ocurre, suele ser después de la 4ª o 5ª dosis.
En el caso de la vacuna Tdap, también pueden aparecer náuseas, vómitos, diarrea y dolor de estómago.
Recuerde, las vacunas se estudian continuamente. También son monitoreadas de cerca por seguridad. Las investigaciones continúan demostrando que las vacunas son seguras y que los beneficios superan los riesgos. El riesgo de sufrir una reacción alérgica grave a una vacuna es poco común (aproximadamente 1 en 1 millón). La opción de no vacunarse tiene muchos más riesgos y puede llevarlo contraer una enfermedad potencialmente mortal.
Hable con su médico si tiene alguna pregunta o inquietud sobre los efectos secundarios de la vacuna. En caso de una reacción alérgica grave, llame al 9-1-1.