Vacunas en fase de desarrollo
Las vacunas se consideran uno de los logros más importantes del siglo XX en materia de salud pública.
Es un momento apasionante en el campo de la investigación y el desarrollo de vacunas. Hay muchas innovaciones nuevas en la tecnología de vacunas. También hay nueva información sobre cómo funciona el sistema inmunitario para protegernos.
Actualmente hay alrededor de 200 vacunas en desarrollo. Aproximadamente la mitad son por enfermedades infecciosas. El resto es para prevenir y tratar otras enfermedades y afecciones de la salud, como el cáncer, la enfermedad de Alzheimer, las alergias y los trastornos autoinmunes.
Disponemos de nuevas vacunas para protegernos contra virus mortales.
El desarrollo de una vacuna contra el virus respiratorio sincitial (VRS) ha sido una prioridad de salud mundial desde hace algún tiempo. El VSR puede ser peligroso e incluso mortal para bebés, niñas, niños pequeños y adultos mayores. ¡Los investigadores han estado estudiando el VRS y trabajando en una vacuna por más de 60 años! Recientemente se lograron avances en la comprensión de la estructura del RSV y la respuesta inmune humana al mismo. En 2020 había 39 vacunas y anticuerpos monoclonales (artículo en inglés) en desarrollo para tratar el VRS. De ellos, 19 quedaron en ensayos clínicos y 3 culminaron con éxito y fueron aprobadas en 2023. La vacuna para bebés pequeños, llamada nirsevimab, reduce el riesgo de hospitalización por VSR entre un 80 y un 90%. Las dos vacunas para adultos disponibles, Arexvy y Abrysvo, tienen una eficacia superior al 80% para prevenir las infecciones pulmonares relacionadas con el VRS. Abrysvo también está disponible para mujeres embarazadas entre las semanas 32 y 36 del embarazo y brinda protección a sus bebés después del nacimiento.
El proceso de desarrollo de la vacuna del COVID-19 fue más rápido que el de una vacuna promedio debido a la investigación que ya tenía en curso (artículo en inglés). Los científicos ya conocían los coronavirus y estaban estudiando un prototipo de vacuna. Cuando comenzó la pandemia de COVID-19, adaptaron su prototipo para crear vacunas contra el COVID-19 en menos de un año. Este proceso demostró lo importante que es continuar la investigación de vacunas. Mostró el impacto que la investigación puede tener en la capacidad de los científicos para responder rápidamente a nuevos brotes de enfermedades.
Sabemos que todos deberían vacunarse contra la influenza (gripe) cada año. Los científicos están trabajando arduamente para determinar si también será necesaria una vacuna anual contra el COVID-19. Cada año, se produce una nueva vacuna contra la gripe para atacar con mayor precisión el virus a medida que evoluciona. Al igual que el virus de la gripe, el SARS-CoV-2, que es el virus que causa el COVID-19, ha evolucionado. Científicos y funcionarios gubernamentales monitorean las variantes emergentes y estudian cómo podrían afectar la eficacia de las vacunas existentes. Las recomendaciones de vacunas se actualizan a medida que los investigadores aprenden más sobre la enfermedad.
Las vacunas contra los “tres grandes” (VIH, malaria y tuberculosis) están al alcance de la mano.
El virus de la inmunodeficiencia humana, o VIH, es un virus que ataca el sistema inmunitario del cuerpo. Si no se trata, puede desarrollar SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida). Actualmente no existe ninguna vacuna para prevenir el VIH ni forma de curarlo. El VIH se puede controlar con tratamientos médicos y las personas con VIH pueden vivir una vida larga y saludable. El VIH y el SIDA pueden ser muy graves. En 2019, más de 75 millones de personas en todo el mundo han sido infectadas por el VIH y más de 32.7 millones de personas han muerto (artículo en inglés) a causa del VIH.
Hace más de 40 años, los científicos comenzaron a estudiar el VIH y a tratar de comprender el virus y la enfermedad que causaba. Pensaron que tendrían una vacuna dentro de 5 años, pero resultó mucho más complicado (artículo en inglés). Desde entonces, voluntarios dedicados, miembros de la comunidad e investigadores han estado trabajando para desarrollar una vacuna. ¡Algunas de las estrategias que descubrieron se utilizaron en la vacuna contra el COVID-19! Una vacuna contra el VIH segura y eficaz podría aprovechar las estrategias de tratamiento y prevención existentes. Esto ayudaría a alcanzar el objetivo de poner fin a la epidemia del VIH.
La malaria es una enfermedad grave. Se transmite a las personas a través de ciertos tipos de mosquitos. Se encuentra principalmente en las regiones tropicales del mundo. Los síntomas pueden comenzar siendo leves y llegar a ser mortales. La infección es causada por un parásito. La malaria no se transmite directamente de persona a persona. Un mosquito debe picar a alguien que está infectado con malaria para luego contagiar a otra persona cuando la pica. El 80% de las muertes por malaria ocurren en niños y niñas menores de 5 años.
Las vacunas contra la malaria se han estado desarrollando desde la década de 1960. La primera vacuna contra la malaria (artículo en inglés) fue recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2021. Está destinada a niños y niñas que viven en áreas con transmisión de malaria de moderada a alta, incluida África subsahariana. Esta vacuna reduce en un 30% los casos de malaria en niñas y niños pequeños. Hay más de una docena de otras vacunas contra la malaria en proceso de desarrollo y prueba. El objetivo es desarrollar y licenciar una vacuna con al menos un 75% de eficacia para prevenir la malaria en áreas con transmisión continua.
La tuberculosis, o TB, es causada por bacterias que infectan los pulmones. También puede atacar el cerebro, la columna, los riñones y otras partes del cuerpo. Se propaga cuando las bacterias viajan por el aire cuando una persona tose, estornuda o habla y son inhaladas por otra persona. En 2022, 1.3 millones de personas murieron de tuberculosis en todo el mundo y se estima que 10.6 millones de personas enfermaron de tuberculosis. Estados Unidos tuvo 8,331 casos reportados (artículo en inglés) de enfermedad de tuberculosis en 2022. Se estima que al menos 13 millones de personas en los EE. UU. viven con infección de tuberculosis latente. También hay un aumento de la tuberculosis resistente a los medicamentos, lo que puede hacer que la enfermedad sea más difícil de tratar.
Existe una vacuna contra la tuberculosis disponible llamada Bacilo de Calmette-Guérin (BCG). Se administra a bebés, niñas y niños pequeños en países fuera de los EE. UU. La vacuna puede prevenir formas graves de tuberculosis, como la meningitis tuberculosa, en niñas y niños muy pequeños. No previene la enfermedad de tuberculosis en los pulmones, que es la forma más común, y no previene la enfermedad de tuberculosis en el futuro. Algunas personas en los EE. UU. pueden ser elegibles para recibir la vacuna en circunstancias específicas si consultan con un experto en tuberculosis.
Los investigadores están introduciendo mejoras en las vacunas existentes.
Las infecciones respiratorias como la influenza y la neumonía son particularmente peligrosas para los niños, las niñas y los ancianos. Durante la temporada de gripe 2022-2023 en los EE. UU. hubo más de 21,000 muertes (artículo en inglés) por gripe. Los científicos e investigadores están trabajando en cómo mejorar la vacuna contra la gripe para reducir las enfermedades y muertes causadas por la misma. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) está trabajando para identificar un mejor virus candidato para vacuna. Esto les permitiría fabricar vacunas contra la gripe que produzcan la mejor respuesta inmunitaria posible. Con el tiempo, los investigadores esperan desarrollar una vacuna universal contra la gripe. Duraría varios años y ofrecería una mejor y más amplia protección contra la gripe, incluso cuando el virus cambie año tras año.
Ha habido muchas mejoras en las vacunas contra la gripe en los últimos años. Estas incluyen una vacuna de dosis alta y una vacuna elaborada con un adyuvante. Estas vacunas pueden ayudar a crear una respuesta inmunitaria más fuerte en personas de 65 años o más. También se aprobó recientemente una vacuna contra la gripe que no requiere huevos para su producción. ¡La vacuna tetravalente contra la gripe ahora le brinda protección contra 4 cepas diferentes de gripe en una sola vacuna! Los investigadores también han desarrollado una vacuna recombinante contra la gripe que puede fabricarse de forma más rápida.
Los médicos e investigadores están trabajando para desarrollar nuevas vacunas con el fin de prevenir y tratar otras enfermedades.
Enfermedad de alzheimer
Se han logrado grandes avances en la creación de vacunas para prevenir el cáncer, las enfermedades autoinmunes y el Alzheimer. Estas condiciones afectan a millones de personas. Hasta 50 millones (artículo en inglés) de estadounidenses padecen una enfermedad autoinmune y 6 millones viven con la enfermedad de Alzheimer.
Se está avanzando hacia una vacuna contra el Alzheimer. Actualmente hay más de 10 vacunas en fase de ensayo clínico (artículo en inglés) para el Alzheimer. Se centrarán en la inflamación y diversas proteínas del cerebro relacionadas con el Alzheimer.
Las enfermedades autoinmunes
Las enfermedades autoinmunes ocurren cuando las células inmunes que están diseñadas para protegernos se confunden. Ellas ven a nuestras propias células como intrusas. Existen más de 80 enfermedades autoinmunes conocidas. Estas incluyen diabetes tipo 1, esclerosis múltiple, artritis reumatoide y lupus. Los investigadores esperan crear vacunas terapéuticas (artículo en inglés). Estas vacunas tratarían la enfermedad en lugar de prevenirla y restablecerían el equilibrio del sistema inmunitario de personas con trastornos autoinmunes.
El cáncer
Ya tenemos 2 vacunas que previenen el cáncer. La vacuna contra el VPH previene los cánceres de cuello uterino, genital, anal y oral. La vacuna contra la hepatitis B ayuda a prevenir el cáncer de hígado. Los investigadores están trabajando para desarrollar más vacunas para prevenir más tipos de cáncer. Actualmente se están desarrollando más de 100 vacunas contra el cáncer (artículo en inglés), incluida una contra el cáncer de mama. Las perspectivas de más vacunas para prevenir el cáncer son positivas.
Enfermedades tropicales
A medida que aumentan las temperaturas globales y los viajes, enfermedades que antes solo se veían en los trópicos, como la malaria, el virus del Nilo Occidental y el dengue, están apareciendo en los EE. UU. En 2012, hubo más de 5,000 casos (artículo en inglés) de Nilo Occidental en los EE. UU., y en 2023 hubo 2,400 casos (artículo en inglés). Los mosquitos transmiten muchas de estas enfermedades y ahora pueden desplazarse hacia el norte debido a las temperaturas más cálidas durante todo el año. En los últimos años ha habido un pequeño número de casos de dengue y malaria (artículo en inglés) en los EE.UU. Existe una vacuna contra el dengue que está aprobada en los EE.UU. para las personas que viven en lugares donde circula el dengue. No hay ninguna vacuna contra la malaria o el virus del Nilo Occidental aprobada para su uso en los EE. UU. El desarrollo de más vacunas que prevengan enfermedades tropicales es un objetivo importante para los investigadores.
Los investigadores trabajan para desarrollar nuevos ingredientes y métodos de administración de las vacunas.
Los adyuvantes son aditivos de vacunas que estimulan el sistema inmunitario para crear una respuesta fuerte. Cumplen un propósito muy importante. Los nuevos adyuvantes (artículo en inglés) harán más eficaces las vacunas actuales y son componentes clave para las vacunas futuras. Se investiga a fondo la seguridad (artículo en inglés) actual y futura de los adyuvantes. El adyuvante adecuado puede mejorar la respuesta del sistema inmunitario a la vacuna.
Si bien las vacunas son un cuidado preventivo muy eficaz, las inyecciones pueden ser dolorosas. Ya existen vacunas sin aguja ni dolor que pueden administrarse en forma de aerosol nasal y tomarse por vía oral. Los investigadores están a punto de lanzar una nueva forma de administración de vacunas llamada parches vacunales (artículo en inglés). Estos parches podrían autoadministrarse y distribuirse rápidamente a muchas personas. Serían útiles para los niños y niñas (¡y los adultos!) que tienen miedo a las agujas.
Es importante considerar a las poblaciones vulnerables en la investigación de vacunas.
Las mujeres embarazadas, los bebés, las personas con determinadas alergias y las personas con sistemas inmunitarios débiles no pueden recibir algunas vacunas. Desarrollar vacunas para poblaciones vulnerables es un objetivo principal de los investigadores y funcionarios de salud pública. A medida que los investigadores aprenden más sobre el sistema inmunitario y se producen avances en la tecnología de las vacunas, es posible que surjan nuevas vacunas.
La prevención es la forma más eficaz y accesible para detener la propagación de enfermedades. ¡Imagínese la variedad de enfermedades contra las que sus hijos e hijas podrán proteger a los suyos algún día!