¿Realidad o mito?
Los efectos secundarios
REALIDAD: Los efectos secundarios de las vacunas son normales y mínimos en comparación con los efectos de aquellas enfermedades que previenen.
Vacunarse puede ser estresante tanto para los padres como para los niños y niñas.
Puede haber efectos secundarios menores, pero cuando vacuna a su hijo o hija, está tomando la mejor decisión para la salud de la familia.
Los efectos secundarios de las vacunas son normales.
Ver el dolor de su hijo o hija y escucharlos llorar después de recibir una vacuna puede ser terrible. Es aún más difícil cuando les da fiebre o sarpullido (erupciones en la piel) después de la vacunación. Tenga la tranquilidad de que estas reacciones (llanto, fiebre y sarpullido) son efectos secundarios comunes de las vacunas. En realidad, estas son buenas señales de que su cuerpo está produciendo anticuerpos que los protegerán de futuras enfermedades. Y las enfermedades contra las que se está protegiendo pueden ser mucho más graves.
Las vacunas se someten a rigurosas pruebas de seguridad antes de ser aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés). Después, son monitoreadas continuamente por seguridad (artículo en inglés). Todos los ingredientes de la vacuna se prueban cuidadosamente y son seguros. También se estudia y se hacen pruebas de seguridad para aplicar múltiples vacunas al mismo tiempo.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), la mayoría de los efectos secundarios de las vacunas son menores y desaparecen en pocos días. Los efectos secundarios varían de acuerdo a la vacuna, pero generalmente los efectos secundarios leves pueden incluir:
- Dolor, enrojecimiento, sensibilidad, picazón o hinchazón en el lugar donde se aplicó
- Fatiga
- Dolor de cabeza
- Náuseas
- Mareos o desmayos (más comunes en adolescentes)
- Fiebre
- Erupciónes en la piel leves (como sarpullido)
Los padres y guardianes deben estar atentos a cualquier reacción inusual como fiebre muy alta, debilidad o cambios en el comportamiento. Los signos de una reacción alérgica grave pueden incluir dificultad para respirar, ronquera o silbidos al respirar.También pueden incluir urticaria, palidez, debilidad, taquicardia o mareos.
Si su hijo o hija muestra signos de una reacción alérgica, comuníquese con su médico de inmediato.
Algunos niños y niñas no deben vacunarse.
Los niños y niñas que no deben vacunarse incluyen a quienes han tenido reacciones alérgicas graves a las vacunas anteriormente. También incluyen a quienes están moderada o gravemente enfermos al momento de la vacuna, o que tienen ciertos trastornos neurológicos. Si tiene preguntas o inquietudes, lo mejor es consultar al médico o pediatra de su hijo o hija.
Los expertos monitorean las vacunas cuidadosamente para asegurarse de que sean seguras.
Si bien los efectos secundarios graves son poco frecuentes, se recomienda a los padres y guardianes que informen cualquier efecto secundario grave al Sistema de notificación de eventos adversos de las vacunas (VAERS por sus siglas en inglés). El VAERS sirve para informar, analizar y poner a disposición del público los incidentes de efectos secundarios adversos. La FDA revisa estos informes individuales para buscar posibles patrones asociados con los lotes de vacunas. (Un lote de vacunas es un grupo de vacunas que se produjeron juntas). Si un lote muestra patrones inusuales o una serie de reacciones graves, la FDA hace pruebas adicionales y determina si el lote es seguro para su uso o si es necesario tomar más medidas.
Otro sistema de monitoreo de seguridad es el Vaccine Safety Datalink (VSD por sus siglas en inglés) (documento en inglés). Es una colaboración entre los CDC, organizaciones y redes de atención médica en los EE. UU. El proyecto del VSD comenzó en 1990. Su propósito es monitorear, abordar e investigar inquietudes sobre la seguridad de la vacunación. El VSD recopila información que los investigadores utilizan para planificar estudios, investigar cuestiones relacionadas con las vacunas y llenar vacíos de conocimiento sobre los efectos secundarios graves. El proyecto ha ayudado a orientar las decisiones sobre políticas nacionales de vacunación. Los investigadores e investigadoras del VSD han publicado numerosos artículos (en inglés) científicos sobre la seguridad de las vacunas.
Vale la pena el sufrimiento de los efectos secundarios leves y temporales por una protección de por vida contra las enfermedades.
Recuerde, millones de niños y niñas son vacunados cada año. Quienes experimentan los efectos secundarios son pocos y la mayoría de estos efectos son leves. Vacunar a su hijo o hija aporta un enorme beneficio a su salud. Las enfermedades que prevenimos mediante la vacunación pueden provocar complicaciones mucho más graves.